UN ESTUDIO ALERTA DE LAS DEFICIENCIAS DE SEGURIDAD EN LA PARTE TRASERA DEL COCHE

El Instituto de las Aseguradoras Para la Seguridad Vial (IIHS) ha publicado recientemente un estudio sobre cómo afecta los choques frontales en un accidente a los diferentes ocupantes de un vehículo. Los resultados arrojan que los ocupantes de los asientos posteriores están mucho menos protegidos que los de delante, corriendo más riesgo de muerte o lesiones graves.

Así, los ocupantes de los asientos delanteros se han beneficiado enormemente de los avances en seguridad que han ido incorporando los automóviles, como son los airbargs y los cinturones de seguridad, que mantienen a las personas en una posición adecuada en caso de choque. Aunque los coches comenzaron a incorporar cinturones en la parte trasera hace años, los modelos más antiguos carecen de ellos.

Como parte del estudio, el IIHS analizó las lesiones y muertes de pasajeros que iban en la parte trasera durante un año. El hecho de no ponerse el cinturón de seguridad fue un motivo importante, pero muchos de ellos sufrieron lesiones incluso llevándolo puesto.

El estudio analiza, sobre todo, qué tipo de lesiones se producen en los viajeros del asiento trasero que se han puesto un cinturón con seis o más años de antiguedad, y que sufren un choque delantero. «Los fabricantes han puesto todo su esfuerzo para mejorar la protección de los conductores y pasajeros del asiento delantero. Nuestra prueba de choque frontal de superposición moderada y, más recientemente, nuestras pruebas frontales de superposición del lado del conductor y del pasajero evidencian déficits en la seguridad». El presidente de IIHS, David Harkey, indicó: «Esperamos que una nueva evaluación mejore también la parte de atrás».

Tan pronto como se produce una colisión frontal, los cinturones de seguridad en el asiento delantero se ajustan alrededor de los ocupantes, gracias a los dispositivos integrados llamados «tensores de choque». Al mismo tiempo, los airbags delanteros se despliegan en una fracción de segundo. Dependiendo de la configuración de choque, los airbags laterales también pueden desplegarse.

Las correas apretadas y los airbags desplegados mantienen a los ocupantes del asiento delantero alejados del volante, el salpicadero y otras estructuras cuando el vehículo se detiene bruscamente, incluso si la fuerza del choque empuja esa estructura hacia adentro. Para reducir el riesgo de lesiones en el pecho, estas correas también tienen limitadores de fuerza, que permiten que se enrolle un poco de cinta antes de que las fuerzas de la correa lleguen al cuello.

En el asiento trasero, los airbargs laterales protegen a los pasajeros de un posible choque lateral, pero no si el choque se produce de frente. Por otra parte, los cinturones de seguridad carecen generalmente de tensores de choque y limitadores de fuerza.

Aunque la estructura del coche no suele suponer un problema en los asientos traseros durante una colisión frontal, las fuerzas de choque pueden hacer que un pasajero sentado ahí colisione con el interior del vehículo. Los cinturones pueden evitarlo, pero como muestra el estudio, pueden causar lesiones en el pecho, especialmente peligroso para los niños.

Finalmente, el IIHS pide a los fabricantes que añadan tanta seguridad a los asientos traseros como los que han añadido a los delanteros.

 

Mayo – Junio 2019

 

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