La educación financiera es un tema bastante olvidado en el sistema formativo reglado. Esto hace que al llegar a la edad adulta muchas personas no entiendan conceptos como la diferencia entre un préstamos o un crédito, qué es la inflación ,o qué implica realmente una hipoteca. Si esto es un problema para todos, todavía lo es más para los emprendedores.
Uno de los primeros pasos que hay que dar para poner en marcha un proyecto empresarial o profesional es conseguir los recursos económicos para ello. Esto implica negociar con bancos y enfrentarse a términos que no siempre se entienden bien. Por eso, es recomendable que los emprendedores tengan unos conocimientos básicos en materia de finanzas y sepan reconocer los conceptos más importantes. Así sabrán si lo que les ofrece el banco es conveniente o no para ellos.
Normalmente hablamos de préstamos y créditos como si fueran lo mismo, pero lo primero que deben tener claro los emprendedores es que, en realidad, no es así. Se trata de dos productos de financiación diferentes, cada uno con sus ventajas y sus inconvenientes. Generan diferentes derechos y obligaciones, así que hay que entender qué implica cada uno de ellos.
Un préstamo es una operación (generalmente a largo plazo) en la que una entidad bancaria o una persona física como un business angel le deja al emprendedor el dinero que necesita para poner en marcha su proyecto. Este, a cambio, se compromete a devolver el dinero en el tiempo y forma acordada y con los intereses comprometidos.
La educación financiera es un tema bastante olvidado en el sistema formativo reglado. Esto hace que al llegar a la edad adulta muchas personas no entiendan conceptos como la diferencia entre un préstamos o un crédito, qué es la inflación ,o qué implica realmente una hipoteca. Si esto es un problema para todos, todavía lo es más para los emprendedores.
Uno de los primeros pasos que hay que dar para poner en marcha un proyecto empresarial o profesional es conseguir los recursos económicos para ello. Esto implica negociar con bancos y enfrentarse a términos que no siempre se entienden bien. Por eso, es recomendable que los emprendedores tengan unos conocimientos básicos en materia de finanzas y sepan reconocer los conceptos más importantes. Así sabrán si lo que les ofrece el banco es conveniente o no para ellos.
crédito
El crédito ofrece una mayor flexibilidad cuando se trata de financiación, por eso muchos emprendedores que tienen un pyme recurren a este producto. Aquí la entidad bancaria pone a disposición del cliente una determinada cantidad que este podrá utilizar o no. A medida que vaya devolviendo el dinero que ha utilizado, tendrá acceso de nuevo al mismo.
Por ejemplo, si pedimos un préstamo de 6.000 euros tendremos que devolver ese dinero más los intereses, y ahí acaba la relación entre banco y cliente. Por el contrario, si pedimos un crédito de 6.000 euros para nuestro negocio y usamos 2.000 para comprar equipamiento informático, seguimos teniendo un crédito de 4.000 euros que podemos gastar. Una vez que devolvamos los 2.000 euros, nuestra línea de crédito vuelve a ser de 6.000 euros y la seguimos teniendo a nuestra disposición.
Intereses, un tema complejo para los emprendedores
Cuando se trata de intereses es común que oigamos hablar de TIN y TAE, dos conceptos que no siempre tenemos claros y que impiden a los emprendedores tomar la decisión más adecuada sobre qué producto deberían contratar. De hecho, no diferenciar bien entre los diferentes tipos de intereses puede llevar a un sobreendeudamiento.
TIN es la Tasa de Interés Nominal, que hace referencia a los intereses que hay que pagar al pedir un préstamo o un crédito. Sin embargo, aquí no se tienen en cuenta otros gastos asociados como las comisiones. Por su parte el TAE es la Tasa Anual Equivalente, nos dice cuánto nos va a costar el préstamo o crédito teniendo en cuenta tanto intereses como gastos asociados. Así que a la hora de comparar dos productos de financiación similares, a lo que de verdad hay que prestar atención es al TAE. Cuanto más bajo sea el TAE, más barato saldrá el préstamo o crédito.
